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Los perdedores y los autodidactas siempre saben mucho más que los ganadores. Si quieres ganar, tienes que concentrarte en un solo objetivo, y más te vale no perder el tiempo en saber más: el placer de la erudición está reservado a los perdedores. Umberto Eco, 2015

viernes, 31 de marzo de 2017

Mi historia con la aguja

Aprendí a bordar a los siete años en el colegio. Cursaba segundo grado de la escuela primaria y teníamos una materia llamada "Labores" una vez a la semana. Nuestros compañeros varones tenían una similar, aunque considerada más masculina: "Actividades Prácticas".

Mi primera interacción con el bordado fue con un trapito a cuadrillé beige (creo que las amigas españolas le llaman tela vichy) y un par de ovillos de hilo perlé que mi madre me compró en una mercería muy chiquita y muy abarrotada de mercadería que había en el barrio. Aún conservo algunos de esos hilos.

No volví a bordar hasta que lo requirió el excelente maridaje que hacen patchwork y bordados. Cosas muy muy básicas porque no recordaba un sólo punto. Mi suegra me compró una colección semanal de fascículos de bordado, en un esfuerzo importante para yo me retomara la actividad y aprendiera puntos nuevos. También me regaló parte de su enorme tesoro de hilos. 


Yo nunca había visto hilo cordoné de seda. Por estos sitios ya ni sé si se sigue vendiendo. Fue verlos y enamorarme. Ella ya no los usa y disfruta cada vez que los ve utilizados por mí en alguna pequeña labor.

Tiempo después mi amiga Lili, de quien ya les he hablado infinidad de veces, me envió un par de libros de Marie Suarez. Yo no tenía ni idea de quién era pero gracias a esa presentación, comencé a buscar su trabajo y a seguirla en las redes sociales.

Hace unos meses, Marie Suarez propuso un SAL de bordado al que llamó "Brodez avec moi". La propuesta es hacer un alfabeto bordado y, con cada letra, se van aprendiendo nuevos puntos.


Los puntos se practican primero en un trapito pequeño, como se ve en la foto de arriba, y luego se aplican a la letra. Casi todas las letras están bordadas con puntos diferentes.



Podría decirse que, sin bien no me consideraba una experta en bordado de ninguna manera, tampoco tenía la esperanza de aprender demasiado con este SAL. Mi única expectativa inicial era terminar mi alfabeto bordado y ponerlo a lucir en alguna pared de mi casa.



Sin embargo, estoy aprendiendo mucho! Aunque no lo puedan creer, yo no sabía lo que era un sobrehilado...! Ahora que sé que existe, me encanta usarlo, le da una elegancia superior al bordado. 



También están los beneficios de la práctica. Tantos años sin bordar, tuve que volver a acostumbrar la mano y la cabeza. Lo de la mano fue fácil. Lo difícil, en mi caso, es la cabeza, es poder relajarme lo suficiente como para disfrutar de la labor. En eso todavía no tengo grandes avances en ninguna de las actividades que realizo, ni las que me gustan ni las que aborrezco. 



El SAL va un poco lento, pero si quieren darse una vuelta por el blog de Marie Suarez (acá), pueden encontrar todos los posteos de las etapas que publicó hasta ahora. Para las que, como yo, prefiere las instrucciones en su propio idioma, La Casina Roja publica cada etapa en español (acá). 

jueves, 23 de marzo de 2017

Un proyecto espléndido II

Estoy súper entusiasmada con esto de publicar todas las semanas. Una pena mi falta de Internet en casa, lo que me obliga a escribir las entradas en la aplicación Blogger para móvil que es (para decirlo suavemente) HORRIBLE!!! Cada entrada del blog equivale a instalar y desinstalar por lo menos cinco veces la aplicación. De todas formas, estoy contenta con esta nueva rutina. Además puedo ver sus blogs a diario y dejar comentarios.

Como ya les conté, me super enganché con el Splendid Sampler de Pat Sloan y Jane Davidson. En esta entrada les voy a mostrar algunos bloques más, que se suman a los que ya publiqué acá, acá y acá.

Bloque 21 - Sweet candy
Un bloque fácil y rapidísimo de hacer. No sé cuánto se lucirá en el contexto pero seguramente hará un correcto acompañamiento.

Bloque 22 - Goose on the Loose
Me hacía ilusión este bloque desde que lo ví publicado. El resultado final no fue exactamente cómo esperaba, me quedó un poquito torcido del lado izquierdo.

Bloque 23 - Hand in Hand
Uno de mis preferidos hasta ahora. Tiene cierta tridimensionalidad que me fascinó.

Bloque 24 - Inspector Sidekick
Lindo, no? Confieso que, cuando lo ví terminado pensé otra vez que no me dejaba satisfecha. Ahora, que ya hace unos meses que lo hice, me comenzó a gustar. Evolución en mis gustos jajaja.

El bloque 25 era una aplicación de una especie de conejo que no me gustó, así que no lo hice.

Bloque 26 - Dreaming of Dresdens
Si dijera que le tenía miedo a este bloque, no mentiría. Me parecía dificilísimo! Por eso estoy tan orgullosa del resultado.

Bloque 27 - Sewing Machine
Cuando conocí el patchwork, me atrajeron pronto las aplicaciones. Puse mucha energía en conocer las diferentes maneras de aplicar y, lejos, la que más me gusta, es la aplicación a puntada escondida. Este proyecto tiene muchas aplicaciones así que estoy "despuntando el vicio". Todavía me cuestan mucho las piezas muy pequeñas y angostas, cómo puede verse en los detalles de la máquina. 

Bloque 28  - Stitching Fashion
El trabajo que me dio este bloque...!!! Odio trabajar con piezas taaan pequeñas, no hay forma de disimular defectos. Cosí y descosí por lo menos tres veces, y al final lo dejé como quedó. Y eso que amo la técnica del paper piecing...

Bloque 29 - Scrappy Happy Heart
Este bloque me reconcilió con la técnica. Divertido, sencillo y, cómo dicen las amigas españolas, resultón. 

Bloque 30 - Simple Surprises
Último bloque de esta tanda porque ya me puse pesada. No fu ni fa, ni lindo ni feo, sencillo y nada más. 

Esta semana espero llegar al número 50, la mitad del proyecto Splendid Sampler. Despacito pero perseverante, sigo en camino.

viernes, 17 de marzo de 2017

Nuevos intereses

Como habrán comprobado, volví para quedarme y tratar de hacer por lo menos una entrada semanal. Me puse ese objetivo y lo estoy cumpliendo. Y lo mejor de todo es que estoy disfrutando mucho!

La vida nos cambió muchísimo desde la mudanza a la casa nueva. Hay tanto por hacer todavía...! Intento cada día repartirme entre el trabajo, las obligaciones domésticas, la familia y que, aún así, me quede tiempo para coser y leer. Hago malabares! Y más de una vez cargo un humor terrible!

Como si lo que hago a diario no alcanzara, con mi marido encontramos un nuevo interés que nos tiene enamorados: la huerta. 


Comenzamos comprando unos pocos plantines de tomates, que anduvieron dando vueltas un tiempo hasta que nos decidimos a trasplantarlos. Contra mis pronósticos, nació el primer tomate.



Uno solito que daba risa. Pero pronto las plantas tenían varios más.



Eso bastó para entusiasmarnos cada vez más. Un sábado de mucho calor nos pusimos a armar la huerta completa. El ingeniero había armado unas "cunas" de madera y ahí sembramos: lechuga, chauchas, repollo, cebolla de verdeo y espinaca. Las chauchas nacieron y crecieron a una super velocidad.


La espinaca viene bien, pero su crecimiento es un poco más lento.


Lo único que me apura es que crezca mi verdura preferida: el repollo.


Mientras esperamos que todo esto crezca, el pasado fin de semana volvimos a sembrar. Esta vez cebollas blancas y coloradas, zanahorias, brócoli y nuevamente repollo (no quiero que me sea poco, es mi comida de todos los días jajaja...). Lo que no para de crecer son las chauchas, hubo que considerar cierta infraestructura para acomodarlas. 



No es porque sea nuestra pero... no está quedando lindísima la huerta?

lunes, 13 de marzo de 2017

Verano con atraso

Como todos los años, las vacaciones en mi trabajo son en enero. Por eso es el mes que amo tanto. Aprovechamos para estar en familia, con amigos, pasar nuestras tardes en la pileta o en el río. Todo el tiempo estamos organizando grandes comilonas y soñamos con viajes que haremos algún día, cuando el dinero lo permita.

Este año, sin embargo, comenzó enero y el clima ni se enteró. Varios días frescos y con mucho mucho viento, ese viento patagónico que parece un mito pero no lo es, nos impidió disfrutar de la vida al aire libre como otros años. Recién a mediados de enero las vacaciones tomaron el rumbo acostumbrado.

Esos días intramuros me sirvieron para hacer lo que más me gusta y disfrutarlo mucho: coser, bordar y leer. Comencé la primera semana haciendo un bolso de tela que encontré en Pinterest aquí (qué vicio es esa red social, por favor...!).


La idea era que quedara tipo canastita, para poner algunas cosas en el baño de mi hijo. Pero es demasiado grande para eso y, además, tendría que haber utilizado lona o alguna tela con más cuerpo.


Traté de salvar la falta de una tela gruesa colocando tela no tejida (fiselina) en el interior de la cestita, pero igual se ve como las orejas siempre caídas de Mamba, mi perrita.




Así que, finalmente, quedará para los ovillos de lana que andan dando vueltas por mi estudio. Para el baño de mi hijo ya tengo otra cosa en mente.

martes, 7 de marzo de 2017

Un proyecto espléndido

Debo reconocer una fuerte afinidad por los proyectos largos. En enero de 2015 comencé el quilt de hexágonos La Pasión, diseñado por Grit de Grit´s Life, trabajo que de vez en cuando encaro con mucho ahínco y, después de coser cantidad de hexagonitos, vuelvo a guardar con amor hasta que vuelvan otra vez las ganas. Mis amigos me hacen bromas sobre el tiempo que me va a llevar terminarlo, pero soy así, perseverante, y no ansío terminar ya algo que sé que está diseñado para ser disfrutado como un camino de largo alcance.

El año pasado me enganché con el Splendid Sampler de Pat Sloan y Jane Davidson. Hace menos de un mes terminó el proyecto. Muchas de las participantes han hecho ya todos los bloques y, algunas, hasta han finalizado la unión de los mismos.

Es un proyecto que disfruto mucho, voy muy despacio, antes de comenzar el bloque imagino la exacta combinación de colores que voy a utilizar y recién ahí empiezo a hacerlo. Llevo unos 40 bloques. Los diez primeros, los mostré acá y acá. El resto lo voy a publicar en tandas, así no se hace aburrido. 

Bloque 11 – Crocheted Thoughts
Tenía grandes dudas sobre mi habilidad para que este bordado quedara prolijo, pero quedé conforme.

Bloque 12 – Checkerboard
Este bloque me resultó un poco soso, tal vez porque equivoqué la combinación de colores. Parece facilísimo pero es un tema que coincidan todas los vértices de manera perfecta. No lo disfruté pero fue rápido. 

Bloque 13- Scrap Stars
Me habia hecho grandes expectativas cuando ví el diseño de este bloque y mi resultado apenas las alcanzó. Tal vez si hubiera cambiado una de las telas... De todas maneras fue super divertido de hacer.

El bloque siguiente me lo salteé, no me provocó esas ganas de hacerlo que necesito para sentarme. Y para qué forzarme, no?

Bloque 15 – Family Affair
Amé este bloque! Lo amé. No quedó perfecto pero me siento orgullosa del resultado. Me encantó! Tengo que reconocer que no habría podido hacerlo de no haber recurrido a la página de su diseñadora, Janice Ryan.

Bloque 16 – Pieces of Friendship
Un bloque simple y rápido pero con su encanto.

Bloque 17 – Family Stars
El vuelo de la Oca fue una las primeras técnicas que aprendí en patchwork, cuando me dí cuenta que este arte no era sólo cortar telitas y combinarlas. Me gusta pero no me sale perfecto al primer intento. Acá tiene un defecto pequeño pero que se nota a simple vista. Espero que quede disimulado cuando una todos los bloques.

Bloque 18 – Lina’s Gift
Otro bloque que me había generado expectativas y no terminó de colmarlas. Igual quedó prolijo.

Bloque 19 – Measure twice, cut once
Otro bordado con el que me sentía insegura... Tampoco me entusiasmaba demasiado el diseño pero me sorprendió el resultado final, me gustó mucho.

Bloque 20 Nature’s Walk
Para ir terminando esta entrada, el bloque 20, cuyo bordado me llevó unos cuantos días y me divirtió muchísimo. Creo que se nota que lo disfruté. 

Como habrán observado, hay bloques en colores pastel (celeste, rosado y verdes suave) y bloques de colores intensos (rojo, amarillo y negro). No sé si serán unidos todos juntos o terminarán en quilts separados. Como siempre, iré probando y viendo qué siento cuando veo los colores jugando sus combinaciones particulares.

miércoles, 1 de marzo de 2017

Fiesta!

No siempre disfruté de las fiestas de fin de año, más bien todo lo contrario. Lamentablemente, mi infancia y mi adolescencia no fueron etapas felices. Fueron años de pérdidas, de dolor, de no saber manejar situaciones difíciles pero enfrentarlas igual. Por eso, no me gustaban las fiestas o suponía que lo correcto era que no me gustaran.

Gracias a Dios, la vida siempre da revancha al que la busca y, actualmente, disfruto mucho de la Navidad y del año nuevo. Planeamos la comida, la música, la bebida, la logística, con varias semanas de anticipación. No somos religiosos y, por esa razón, nos perdemos un aspecto importante de la Navidad. Pero disfrutamos de estar juntos con la gente que queremos.

Y este fin de año fue más especial. Al estar en la casa nueva, que tiene espacios amplios y cómodos, decidimos invitar a los amigos que estuvieran solos y armamos flor de fiesta. Unas semanas antes rescaté algunos adornos navideños hechos por mí en años anteriores y les sumé una nueva corona para la nueva puerta.


Quedó preciosa en mi puerta de entrada  (no es que sea poco modesta, es lo que me ha dicho la gente jijiji).


Hice algunos otros adornos que, en la vorágine de fin de año, no me detuve a fotografiar. Cuando saque los enseres navideños el próximo año, haré las fotos correspondientes.

Les decía: este año éramos muchos, así que decidimos organizar el juego del amigo invisible para hacer los regalos. Cada uno de los asistentes traería un regalo para otro, elegido al azar. Bueno, la regla sólo corría para los adultos, así que los niños estuvieron de parabienes porque recibieron regalos de variadas procedencias. En esto del azar, "al que le toca, le toca, la suerte es loca" mi agasajado fue mi propio marido y yo fui la destinataria del regalo de Gustavo, el esposo de mi amiga Liliana de Culticautivarte. Como ya he contado varias veces, ellos viven en Brasil y gracias a Liliana conocí el patchwork. Ella es algo así como la culpable de mi pasión irracional por las telas y los hilos (si estás leyendo esto, no te saques el sayo Lili, la culpa de esta obsesión es tuya jajajaja). Continúo: todos pusimos los regalos bajo el árbol, una superficie considerable cubierta de paquetes, paquetitos y paquetotes, y después de las 12, cada quien abrió el suyo. No van a poder imaginar mi cara cuando encontré esto:


Se imaginan mi cara??? No, no creo que se la puedan imaginar... Casi echo a todos de la casa para ponerme a coser en ese mismo instante jajaja... No me acuerdo de otro regalo que me haya gustado tanto tanto...! Para mí sí que fueron unas felices, muy felices fiestas...!