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Los perdedores y los autodidactas siempre saben mucho más que los ganadores. Si quieres ganar, tienes que concentrarte en un solo objetivo, y más te vale no perder el tiempo en saber más: el placer de la erudición está reservado a los perdedores. Umberto Eco, 2015

martes, 22 de abril de 2014

Día del Libro

Según me enteré ayer a través de mi hijo, mañana es el día del libro. En general, no me interesan demasiado los “días de…” pero a este día en particular no quiero dejarlo pasar porque amo los libros, son lo que más me gusta después de mi familia y mis manualidades. Los libros brindan la oportunidad única de vivir una vida paralela por un rato, de olvidarse de los problemas, te acompañan en horas muertas, te enseñan, te divierten, todo eso y mucho más.

Tengo el pequeño inconveniente de no poder entrar a una librería y no salir con varios libros y una cuenta grande de tarjeta de crédito para el mes siguiente, pero nunca me he arrepentido de ningún libro comprado. Me gusta cuidarlos, me gusta que mis libros luzcan y huelan como cuando eran nuevos… No me gusta demasiado pedirlos prestados, me gusta tenerlos, que sean míos, pero en caso de necesidad, dale, acepto que me prestes con todo gusto (en general, siempre de las mismas personas).

Entonces, aprovechando el día del libro, quería contarles mis últimas lecturas, ya que hace un tiempo que no les hablo de lo que he estado leyendo. Las mujeres me rodearon durante varios meses y estuve completamente cooptada por la novela histórica romántica. Todo empezó en mi anteúltimo viaje a Buenos Aires. Mientras esperaba mi vuelo en Aeroparque compré “Amores Prohibidos” de Florencia Canale.


El libro cuenta las relaciones secretas de Manuel Belgrano, en mi opinión, el más lúcido prócer argentino, un progresista con todas las letras. Si bien el libro aborda las "aventuras" románticas de nuestro prócer, también relata hechos de su vida para mí desconocidos y aborda ampliamente el pensamiento de Belgrano. En resumen, más histórico que romántico, es un libro basado en una profunda investigación historiográfica de Florencia Canale.

Gracias a una lejana recomendación de mi amiga Liliana de Culticautivarte, en julio de 2013 había comprado La Maestra de la Laguna, de Gloria Casañas en mi paso por Rosario (a propósito, hay una librería sobre peatonal Córdoba de esa ciudad donde ese día dejé la mitad de mi aguinaldo).


Esta novela es muy romántica, demasiado para mi gusto, que soy más bien fría pero, increíblemente, me encantó. Está ambientada en la Argentina del Siglo XIX y es la historia de una de las maestras que Domingo Faustino Sarmiento trajo de Estados Unidos con el propósito de difundir la enseñanza y la educación pública popular en nuestro país. La pintura de época es excelente. Este libro me acompañó en mi viaje a Ushuaia e hizo que los cuatro vuelos que tuve que tomar para ir y volver hayan pasado como un suspiro.


Allá, precisamente, en Ushuaia, visité una hermosa librería de la que no recuerdo el nombre. Los chicos que la atendían, super amables, me permitieron elegir con tiempo, aún cuando se acercaba el horario de cierre del comercio. Como sentía mucha curiosidad sobre Alice Munro, luego de haber sido elegida para el Nóbel de Literatura, compré Mi vida querida. Es una serie de cuentos, en su mayoría protagonizados por mujeres, en diversos momentos de sus vidas. Algunos más atrapantes que otros, pero para variar, el libro me gustó.


Seguía enganchada con Gloria Casañas, así que un día corrí a la librería que queda a tres cuadras de mi casa y compré El Ángel Roto. También es novela histórica romántica, pero esta vez el protagonista es un hombre. La autora retoma también, algunos personajes de libros anteriores, como La Maestra de la Laguna e Yporá. Ya de vacaciones, me devoré este libro.



Y de Gloria Casañas, necesariamente (no sé por qué pero en mi mente tienen una conexión) pasé a Florencia Bonelli y sus Indias Blancas. Ambos libros me apasionaron. El primero me mostró una parte de la historia argentina que no conocía en profundidad, la referida a las cautivas, aquellas mujeres blancas robadas por los malones y llevadas a vivir como "esposas" y/o esclavas en las tolderías. El segundo es una pintura fabulosa del Buenos Aires de fines del siglo XIX. Estos libros no los compré, me los prestó Cecilia, una de mis queridas compañeras de las hermosas tardes de verano, de mates, charlas, río y nuestros hijos jugando cerquita.

No sé qué hubiera sido de mi vida sin los libros. Hubo una época en la que los libros fueron mi sostén ante tristezas muy grandes y me ayudaron a transitar dolores a una edad en que los dolores profundos dejan secuelas severas. Ojalá tuviera tiempo para leer más, porque a veces, saben… no sé si me va a alcanzar la vida para leer todos los libros que quiero…

miércoles, 9 de abril de 2014

Un mes sin mi compu...

... un mes pidiendo compu prestada, al marido, sí, pero prestada. Sin mis fotos, ni mis patrones, ni mis listas de blogs preferidos, sin poder tomarme un tiempo para postear, sin mi música ni mis papers... cómo se extraña mi compu!

No hice demasiadas cosas, fiel a mi costumbre, hice bastante zapping. Les muestro un par de fotos, antes de tener que devolver el artefacto prestado.


En enero hice otro curso con Teresita Leal en www.aulaquilt.com.ar, esta vez para aprender a coser curvas. Éste almohadón en la habitación de mi hijo es el resultado, sobre un diseño de mi marido, que tiene mejor pulso que yo para las curvas.


Acá la selección de telas para otro proyecto, en el que me metió y me ayuda muchísimo mi amiga Liliana de Culticautivarte. Les dejo el link para que la visiten, es una genia creativa y con un gusto excepcional.


También hice el último molinete del cubrecamas para mi hijo y probé todos los molinetes sobre la cama, para ver cómo ensamblarlos.


Aunque el proyecto original no los tiene, voy a agregar bloques en blanco para unir los molinetes y, seguramente, más de un borde, porque necesito que sea más largo y más ancho.


Finalmente, estuve haciendo pruebas con hexágonos, ahora que aprendí cómo se hacen de verdad...

Muchas de ustedes, las que son argentinas, sabrán que hace dos días mi ciudad sufrió una tormenta muy grande y hay evacuados y gente que la está pasando muy mal, que perdió muchas o todas sus pertenencias. A aquellas que son creyentes, les pido una oración por esa gente, para que puedan reconstruir y reconstruirse. 


Finalmente, mi mejor proyecto, el que ha hecho de mi vida un camino maravilloso, comenzó a jugar al rugby y, como buena mamá, ahí estoy y estaré mientras él decida que le resulta divertido, acompañándolo y amándolo con toda mi alma (es el que está echando la pelota, vieron qué guapo?).