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Los perdedores y los autodidactas siempre saben mucho más que los ganadores. Si quieres ganar, tienes que concentrarte en un solo objetivo, y más te vale no perder el tiempo en saber más: el placer de la erudición está reservado a los perdedores. Umberto Eco, 2015

domingo, 27 de octubre de 2013

Mi dispersión

En febrero cumplí 40. No es gran cosa, pero se hacen balances que pueden no ser del todo conscientes. Simplemente una comienza a sentirse incómoda con cuestiones personales o ajenas. El tomar conciencia de esas incomodidades es lo que nos permite intentar el cambio. Entre esas cuestiones que me incomodaban estaba una dedicación excesiva al trabajo. No, no soy una workaholic, ni ahí, pero sí llevo como una pesada carga sobre mis espaldas, una terrible obligación de hacer todo perfecto. Lo confirmo, sentirte obligada a portarte siempre bien y no equivocarte trae problemas de salud. Ah, y no trae beneficios extra.

Así llegué hasta acá. No puedo dejar de masacrarme la cabeza si algo no sale perfecto, pero tomé la decisión de hacer todo aquello que me gusta y siempre quise hacer, como para equilibrar esta locura. Por eso decidí tomarme más en serio mis ratos para mí. Por eso armo la mesa de costura todos los días que puedo, por eso no dejó de correr aunque esté muerta de cansancio, por eso aprendí a jugar al tenis, por eso disfruto de la vida con mis dos amores, así sea comiendo un asadito un domingo como éste.

Esto de saltar de una actividad a otra se ha hecho carne en todos los aspectos de mi vida. Nunca estuve tan dispersa. Pero, bueno, estuve enfocada durante 40 años. ¿Qué más querían? Mis manualidades no escapan a esta lógica. Así que, además del cubrecamas de mi hijo, tengo otros cuatro proyectos en marcha. Con suerte puedo dedicar dos tarde en la semana a coser o tejer, adivinen cuándo voy a terminar algo...? Dentro de una vida!!! jajaja

Entre los proyectos que tengo entre manos está un tapiz para mi living. Se trata de un trabajo de 36 bloques, de los cuales todavía no tengo ni idea de cómo se hace la mitad, jajaja, pero soy optimista, voy a aprender! Como ayer terminé el tercero, me pareció que era buen momento para mostrarles los exiguos avances.


Como verán, el primer bloque es un "homenaje" al C8 de Dear Jane. Aclaro: el plagio no es mío, sino de la revista de donde saqué el proyecto. Lo hice con la técnica de paper piecing que, más o menos, domino (acá me agrandé).


El segundo bloque es una aplicación. Lo más jugado que había hecho en aplicaciones hasta ahora eran unas hojitas (acá se pueden ver). Pero no salió tan mal. No está festoneado porque decidí que, para este proyecto en particular, prefería todas las aplicaciones con puntada escondida. No faltará la oportunidad para probar el otro método.


Y el tercer bloque es un log cabin. Me llevó toda la semana, se imaginarán el tiempo que le pude dedicar cada día, no?


Y así quedan lo tres juntitos, por ahora... 

domingo, 20 de octubre de 2013

Primeras andanzas con paper piecing

La temporada de frío no me sienta bien. El invierno me deprime, me aleja de la gente y los lugares con y en los que soy feliz. Cuando los días se hacen cortos, sin querer me retraigo y me aislo en mi casa. Para completar ese cuadro, justo antes de comenzar el último invierno, mi marido se fue de viaje con sus amigos de toda la vida a Europa. Fue casi un mes. Si bien estuve feliz de que pudiera concretar su sueño, me sentí muy sola, muy desbordada de responsabilidades y actividades. Es que nosotros estamos solos en Neuquén y contamos el uno con el otro para todo. Y con nadie más. En esos días un poco tristes decidí hacer algo que me gustara mucho para levantar el ánimo. No fuera cosa que mi niño me viera así, algo que no me gustaría que pasara. Así fue como comencé otro curso a distancia con Teresita Leal y conocí el paper piecing. Y me enamoré. Todo fue lindo. Primero recibí el kit de Teresita y ya me puse contenta al ver los colores.


En la foto se ve el diagrama. No les puedo explicar lo que me costó entender cómo poner el primer trozo de tela. Pero lo logré, ja. De ahí en más, todo fue placer y diversión.


No sé si se ve bien, pero en esta primera vuelta, tuve que descoser por lo menos una vez.


Cuando llegué a la flor completa, le saqué un montón de fotos!!! Era magia!!!


Y el trabajo del curso me quedó completo. Y así estuvo hasta esta semana, que casi no tuve tiempo, pero con una pequeña ayudita de mi marido, que "cardó" (no sé que quiere decir pero él decía que en casa de mi suegra había una cardadora de lana) el relleno de unas almohadas que descartamos, armé un almohadón que quedó lindísimo en el sillón del living. Este es el resultado final:


domingo, 13 de octubre de 2013

Séptimo

Esta semana tuve un poquito más de tiempo para coser, gracias a las benditas jornadas institucionales que decidieron instituir en el colegio de mi hijo. Así es que, el día martes, el niño en casa y la mamá, también. Aprovechamos los dos para hacer las cosas que nos gustan... Él, leyó y jugó, yo, cosí. Así terminé el séptimo molinete de su futuro cubrecamas. Se me ocurrió, entonces, contar paso a paso cómo los hago, para las chicas novatas como yo. El modelo lo saqué de la revista Patchwork y Quilting, como conté en una entrada anterior.


El séptimo molinete también es amarillo. Comencé por tomarme mi tiempo para decidir la combinación que más me gustaba entre todas las telas en ese tono que tengo en casa.


Una vez decidida la selección, marqué el lugar de cada tela en el resultado final del molinete.


A cortar! Amé esta tela con dinosaurios en cuanto la ví. Todas las telas de este proyecto son de Teresa Ve o de Paula de A toda tela. Cómo no tengo mucho pulso con el cutter circular, necesito sujetar la tela con pequeños trozos de cinta de enmascarar. 


De las telas amarillas, tres se cortan en tiras de 2½" de ancho. La restante se corta en 4 rectángulos de 8½" x 2½". También se necesitan 4 rectángulos de tela blanca de 8½" x 2½" y otros 4 de 8½" x 4½". 


Como mi máquina de coser no tiene pie de ¼", antes de coser, siempre, siempre, marco la línea de costura (no confío mucho en poder calcularla a ojo).


Se comienza por coser las tiras de a dos...


Luego se agrega la tercera...


He aquí la prueba fehaciente de lo bien acompañada que estuve al hacer el trabajo.


Una vez cosidas las tres tiras, y de planchar bien las costuras (siempre orientadas hacia la tela más oscura), se cortan los bloques a las 6½".


Eso da como resultado estos cuatro bloques cuadrados, de 6½" de lado.


Con los rectángulos amarillos que había cortado al principio, más los rectángulos blancos anchos, los de 4½", se cosen otros cuatro bloques.


Después hay que marcar la diagonal sobre el revés del bloque formado por las tres tiras amarillas, y paralela a ésta, a ½" se traza una línea más. Luego se juntan (derechos enfrentados), con los bloques de la foto anterior. Se cose sobre ambas líneas. 


Una vez realizadas las costuras, se corta justo en el medio entre ambas, es decir, a ¼" de una y otra.


La porción más pequeña se reserva para otro trabajo. La porción más grande se plancha, teniendo especial cuidado en que las costuras queden orientadas hacia el bloque de las tres tiras.


Al bloque resultante de la unión se le cose el rectángulo blanco restante (el de 2½" de ancho).


Antes de coser los cuatro bloques finales, los dispongo bien orientados sobre la plancha de corte, porque aunque haya hecho otros seis anteriormente, nunca recuerdo bien por dónde tenía que coser.


Y éste es el resultado final de un día de costura en casa, gracias a que mi hijo no tuvo clases en su colegio. Todavía me quedan por hacer cinco molinetes. Y el ensamble final, marco incluido. Pero cada vez me gusta más cómo van quedando.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Regreso ¿con? gloria

Hace poco más de un año, y después de mucho tiempo sin coser, sentí esas ganas y ese entusiasmo que sólo me provocan las manualidades. Habían sido varios años de mucho trabajo intelectual: en la oficina y en casa, donde me pasé fines de semana enteros sentada frente a la compu, estudiando. No supe por donde empezar (todavía no había descubierto el maravilloso mundo de los blogs de todas ustedes, de donde aprendí tanto). Así que fui a lo seguro y sencillo, para no equivocarme y quedar conforme con el resultado. Y, como me gusta tanto regalar (eso ya lo he dicho), preparé un par de individuales para mi amiga Gabriela, que justo había decidido convivir con su "chico".


Como se ve en la foto, son bloques sumamente sencillos. La tela lisa es lino. Los arabescos son de fibrana y los ositos, de los retazos que me habían sobrado del catrecito que hice para mi hijo cuando estaba por nacer.


El quilteado lo hice a mano con hilo perlé del mismo color. Me faltaban muchos conocimientos que adquirí después. De todas formas quedó prolijo. 

No quiero irme a dormir sin agradecer la visita de Andrea, de Con nuestras telas e hilos...!!!, quien me sugirió que agregara una aplicación al blog, mediante la cual puedo tener seguidoras. Estuve investigando, la encontré y la agregué. Iré viendo cómo funciona y después les cuento. No será un poco mucho para este humilde blog? 


jueves, 3 de octubre de 2013

Un poco de literatura ligera...

Vuelvo a leer el título que le puse a esta entreda y sonrío. Es la frase que dice Hermione Granger, la genial amiga de Harry Potter, cuando llega a la sala común de la casa Gryffindor con un enorme libro de hechizos. Pues en mi caso de verdad se trata de literatura ligera. Octubre me encuentra muy cansada, con ganas de vacaciones y con demasiadas complicaciones en el trabajo para esta altura del año. Así que me he dado permiso para leer un librito de Agatha Christie, algo que sería sacrílego en el mundo intelectual en el que me muevo todos los días.


No hay ni que aclarar que el libro sólo me duró unas horas. Pero cómo me ayudó a limpiar la cabeza de preocupaciones!