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Los perdedores y los autodidactas siempre saben mucho más que los ganadores. Si quieres ganar, tienes que concentrarte en un solo objetivo, y más te vale no perder el tiempo en saber más: el placer de la erudición está reservado a los perdedores. Umberto Eco, 2015

miércoles, 8 de noviembre de 2017

Patchwork viajero - Part two

Retomo la entrada de ayer, que se hizo muy larga aunque -espero- de ningún modo aburrida.

Uno de los aspectos que me motivó con mayor fuerza a viajar al Spa Quiltero de Córdoba fue el hecho de compartir con personas que tuvieran la misma pasión que yo. En mi cotidianeidad, es muy raro hablar de quilting con alguien. No sé si es la ciudad en la que vivo o el entorno que frecuento, pero por lo general tengo que explicar de qué va lo que hago en mis ratos libres. No hay con quien charlar sobre materiales, lugares para comprar insumos o técnicas. Ni siquiera conozco a alguien que dé clases de patchwork en Neuquén. Todo lo que sé lo fui indagando, investigando en internet, preguntando a otras mujeres que quiltean en otras ciudades u otros países. Gracias a esas personas pude desenvolverme bien en el spa aún cuando nunca tomé clases de patchwork. A todas ellas, infinitas gracias!!!

Este objetivo "social" se cumplió con creces en el Spa. Me encontré con un grupo de nueve mujeres ávidas de aprender y generosas a la hora de compartir datos y materiales.

Fin del spa, todas exhibiendo sus trabajos
Trabajamos sobre nuestros proyectos con dedicación, pero también hubo tiempo para las risas, los paseos, las compras y las charlas sobre la vida. Compartimos todas las comidas y las idas al centro y a la pileta, donde también hablamos de patch.

La piscina del hotel, con excelentes vistas

Terminando una jornada a puro patchwork
Compartiendo mesa, charla y materiales con las dos Susanas y la profe Graciela

Desayuno en la terraza con Ceci de Comodoro Rivadavia y Marina de Caleta Olivia

Con Susana de Córdoba, concentradísimas en la labor

Así da gusto desayunar

Parte del grupete desayunando el último día de spa

Una de las indicaciones de las profesoras antes del viaje, fue que lleváramos un pequeño presente para una compañera, un mini quilt hecho por nosotras. La última noche, nos sentamos en ronda y cada una sacó de un bolsón un paquetito. Cada una se llevó un regalo de otra asistente al spa y nos despedimos hasta una próxima ocasión (en realidad, todas se despidieron de mí, porque era la que tenía vuelo para la mañana siguiente). 


Mi regalo fue para Norma, un amor de mujer de Río Grande, bien al sur de mi país

Me tocó el regalo de Ceci de Comodoro, fantástica compañera de spa
En resumen, tres hermosos días compartidos con lindas mujeres con las que me fue facilísimo interactuar a pesar de mis temores iniciales. 

Por supuesto, toda experiencia tiene su costado menos positivo. Desde mi perspectiva, fue un asunto menor pero en uno o dos momentos me sentí incómoda con comentarios políticos ofensivos hacia mi manera de pensar, sobre todo teniendo en cuenta que apenas nos conocemos y los temas religiosos o políticos no son los más recomendados en estos casos. Es un tema nimio si considero que gente que me conoce me ha ofendido gratuitamente de la misma manera. No todos somos iguales y yo hago del respeto a las diferencias mi filosofía de vida. Y así seguiré siempre. Por eso, a veces, me incomodo con comportamientos distintos del mío. Más allá de este detalle, todo estuvo bien y considero sumamente positivo el balance de la experiencia. Sé que de necesitar un dato o tener una duda sobre el tema que nos reunió, allí estarán estas nueve mujeres del otro lado del chat de whatsapp dispuestas a darme una mano. Y, finalmente, esto es lo que cuenta.



martes, 7 de noviembre de 2017

Patchwork viajero - Part one

Más de un mes sin publicar. Octubre fue un mes de muchísimo trabajo, mucho más de lo normal. Llego a casa exhausta y sin ganas de nada. Alguna puntada que otra doy, pero no me alcanza para terminar nada. Por eso estuve perdida, pero acá estoy de vuelta.

Hace varios años sigo el blog del Spa Quiltero de Córdoba. Me hacía ilusión ir alguna vez pero cuando no era la falta de dinero, era la falta de tiempo... Hasta este año que se alinearon los planetas y, en agosto, me inscribí y compré mis pasajes a Córdoba. En general no soy un dechado de sociabilidad, así que encerraba todo un desafío para mí el viajar sola y compartir todo mi tiempo durante cuatro días, incluso compartir la habitación, con gente hasta ahora desconocida. Decidí tomar algún riesgo, como me aconsejaron varias en sus comentarios a mi último post.

Así que, para allá fui el miércoles 1 de noviembre. Este año, el spa se desarrolló en la localidad de Villa Carlos Paz, a 45 km de Córdoba capital y, creo no equivocarme, la ciudad cordobesa con mayor afluencia de turistas en temporada. Los trabajos que se desarrollaron en el spa fueron tres:

Quilt Sutil Acuarela
Lámpara

La imagen puede contener: interior
Quilt Brillos en la Oscuridad
Aclaro que las fotos son de los trabajos propuestos por las profesoras Celia Ciuffo y Graciela Ferrari, organizadoras del spa, no los míos ya que todavía no los terminé.

La lista de materiales fue bastante importante, o por lo menos eso me pareció a la hora de preparar la valija. Me sorprendió que prácticamente no eran necesarias telas de puro algodón y, en cambio, se requerían gasas, lamé y otras telas sintéticas y pinturas acrílicas y para sublimar. Me entusiasmó sobre todo eso, la posibilidad de mezclar pinceles y agujas, algo que todavía nunca había hecho.



El primer día de spa preparamos los fondos para los quilts, pintando las entretelas. También la hoja con el dibujo para sublimar. Yo ni siquiera sabía que para realizar esta técnica, se pintaba el dibujo a transferir en un papel. 


La mañana del segundo día pude ver con mis propios ojos la magia de la sublimación. Es increíble que esas pinceladas dadas sobre un dibujo fotocopiado en una hoja de papel común y corriente, dé como resultado una imagen tan bonita sobre la tela.


Luego pasamos al armado del quilt. Para eso tuvimos que "desmembrar" nuestra imagen sublimada y rearmarla sobre la entretela al estilo puzzle.





De los tres trabajos propuestos, éste es el que traje más adelantado. Sólo me queda elegir una linda tela trasera y quiltear. 

El mismo día por la tarde, nos dedicamos a la lámpara. Cuando tomé contacto con el proyecto y entendí el procedimiento, me dí cuenta que no era posible que lo terminase en tres horas. Paradójicamente, el trabajo que más entusiasmo me despertó al principio, cuando las profesoras presentaron lo que íbamos a hacer, es el trabajo que menos avancé.


El último día fue completo para el quilt Brillos en la Oscuridad. Como nunca había trabajado con gasas y ni siquiera sabía que tela era el lamé, lo viví como una especie de experimento divertido.




Primero armamos el diseño propuesto en gasas de distintos colores. Yo me estreso un poco cuando tengo que trabajar contrareloj como en esta ocasión. Sin embargo, la elección de cada color para cada piecita del quilt, el intercambio de gasas con el resto de las chicas del spa y la intriga por ver cómo seguía esto, hicieron que el quilt brillante fuera el que más disfruté.


Como verán, el quilt está "bañado" en hilos de lamé que le otorgan un brillo llamativo. Ya sobre el cierre del spa y tratando de terminar a toda velocidad, "envolví" el quilt en gasa cristal color natural y comencé el quilteado. Mi punto débil es el acolchado. Nunca antes había ido a un curso de patchwork pero convengamos que cortar telas es más fácil que usar el pie de acolchado libre de la máquina de coser. Mi intención desde antes de viajar era poder sentarme a la máquina a acolchar teniendo a una profesora a la mano para que me dé algunas indicaciones y sugerencias para después volver a casa a practicar, practicar y practicar. No hubo demasiado tiempo para eso pero algunos tips me traje. Queda bastante más que el acolchado para terminar este trabajo, tengo la esperanza de finalizarlo antes que llegue 2018, pero no prometo nada jajaja.

Pensaba hacer una entrada con mis aventuras costureriles en Córdoba, pero esto se hizo demasiado largo hasta para mí. Mañana otro post con los aspectos más "sociales" del spa. Porque también socialicé bastante jajaja.

lunes, 25 de septiembre de 2017

Por fin primavera!

Soy una persona promedio, como a la gran mayoría me gusta más la primavera que cualquier otra estación. En primavera siento el preámbulo de las vacaciones, es como un viernes en formato de estación.

En el sitio donde vivo, rodeada de chacras aún en producción, la primavera hace su aparición de manera dramática. Los manzanos y los perales florecen poco pero de golpe. Son unos pocos días de flores que dan la pauta de la cantidad de fruta que darán esos árboles en un algunos meses más.

Flores del manzano

Manzanos en flor
El valle se viste lentamente de distintos tonos de verde (mi barrio al fondo)

La primavera me pone un poco más festiva y, además, hay más oferta de eventos para pasarla bien (y yo quisiera ir a todos!!!). El último sábado fuimos con mi amiga Nancy a una degustación de tés y pastelería. Más allá de la enorme cantidad de delicias dulces y saladas que compartimos con un montón de mujeres divertidas, aprendimos sobre variedades de tés y las maneras correctas de preparar un buen té.

La mesa estaba armada de manera deliciosa

Deliciosa en el más amplio sentido de la palabra

Nancy y yo somos amigas desde el primer año de la Universidad

Las manualidades están un tanto relegadas porque se consolidó mi rutina de lunes a viernes 12 horas fuera de casa. Pero trato de dar unas puntadas o unas pinceladas de vez en cuando. No tengo nada "terminado" para mostrar pero van unos avances.

Estrené mi caja de luz!!!

Algunos bordados preparados para renovar mis almohadones.

Tengo la casa llena de cajones de fruta a medio pintar para complementar un mueble que hizo mi esposo
Bueno, es lunes y los lunes son días difíciles para mí. Me quedo con la foto de mi juego de té, con un exquisito oolong servido, soñando despierta días con más horas de placer y menos de trabajo. Que tenga una hermosa semana!

Tazas chinas regalo de mi suegra, bandeja oval regalo de Nancy y tetera de vidrio, mi última adquisición, comprada por mí

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Mesa vieja / mesa nueva

Hoy les dejo una entradita rápida y sin reflexiones, para aligerar un poco el tono del blog (y el de mi vida, por qué no?). Si me vienen siguiendo desde hace un tiempo, sabrán que hace poco más de un año me mudé. La casa es mucho más grande que el departamento céntrico anterior así que ando escasa de muebles :))) Además, pretendo darle un estilo de decoración diferente. Pero como por ahora no hay recursos para muebles nuevos, iré tratando de renovar lo que tenemos y darle la mayor funcionalidad posible.

Ése fue el objetivo en mente cuando volví a mirar (a MIRAR, porque verla, la veía todos los días) esta mesita de arrime que teníamos en el comedor del departamento, con el teléfono y tapada de papeles, y que en la casa nueva recayó en la entrada.

Quería sacar una foto de la mesa en estado original pero mi marido me ganó de mano y, cuando me dí cuenta, la mesa estaba semi-desarmada en el patio

Estaba MUY fea, pero MUY. Tenía golpes por todos lados y las patas muy manchadas de salpicaduras.

Piedra libre a Mamba, durmiendo al fondo!!!

Primero la lavé con detergente, luego le pasé sal de limón en gel, que sirve para eliminar las manchas provocadas por el tiempo, la exposición a los rayos del sol  y otros eventos. Este gel me ha sido muy útil, aunque no ví en ninguna página de carpintería que lo recomienden, algún problema tendrá. A mí me lo sugirió un viejito muy amable en una pinturería.


Por recomendación de otra pinturería, le dí una mano con un látex al agua gris que tenía en casa como base.


Me hice preparar este color divino y súper impactante, creo que fue el riesgo más grande que tomé en mi vida jajaja.


El resultado final me dejó muy satisfecha. Los tiradores de madera decorada fueron un hallazgo, elección de mi marido.




Espero que estén teniendo una buena semana. Acá ya empezaron a reventar los brotes de las plantas y se nota que pronto llegará la primavera. Disfruten!

lunes, 4 de septiembre de 2017

Y la luz se hizo...

Hoy les propongo una entrada más corta y sin tanta reflexión. Los lunes son difíciles así que hay que encararlos con el pensamiento lo más positivo posible. 

Como les contaba acá, tenía muchas ganas de experimentar con nuevas actividades y nuevos materiales. Hace ya tiempo que empecé a darle vueltas a la idea de pintar objetos para darles una nueva oportunidad. Investigué, leí todo lo que pude, pero no me creí capaz de "reciclar muebles". La realidad me mostró que estaba equivocada, pero eso es tema para otro post. Hoy quiero mostrarles por dónde empecé, porque en mi mente metódica no puedo manejar las cosas de otra manera que no sea por el principio.


Las que me siguen hace tiempo saben que tengo una especie de debilidad por el bordado (y eso que muestro menos del 50% de lo que hago). Desde que las ví en los blogs que leo, deseaba tener una caja de luz para transferir diseños a la tela, aún de noche. Con ese objetivo guardé una caja de madera en la que venían unas botellas de vino. Las vacaciones de julio fueron el momento propicio para que me decidiera a comprobar si el pincel y yo estábamos hecho el uno para el otro o si nuestra relación sólo era una linda ilusión :)))) Fue cuando sufrí de mi primer compra compulsiva de chalk paint :))))


Me divertí tanto pintando que enseguida continué con el "disquero" para mi marido que les mostré unos post atrás. Hasta me animé a utilizar unos esténciles muy lindos que había conseguido en mi incursión por la librería artística.



Mi sueño era una caja de luz sencilla, pero convivir con un ingeniero hace que nada sea de verdad sencillo. Una mañana salió hacia la casa de electricidad y trajo unas tiras de pequeñitas luces de leds que se manejan desde un control remoto. Y aumentan o disminuyen su intensidad!!! Pacientemente las soldó dentro de la caja y voilà...!!!



Soy la feliz dueña de la Ferrari de las cajas de luz!!!

PD: La semana pasada, Cecy de Diario de una Artesana publicó un texto escrito por mí. No es un texto fácil, no estoy pasando por una etapa fácil con respecto a qué hacer con mi vida. Si se animan, pueden leerlo acá.

martes, 29 de agosto de 2017

Fin de fiesta

Acá estoy, acá estoy!!! He regresado sana y salva luego de la organización de la fiesta por la celebración de los 60 años de mi marido. Una noche mágica!!! Llena de risas, de amigos, buena comida y bebida, baile, todos los condimentos. Como de costumbre, me estresé muchísimo hasta que comenzó la cena, después me relajé y disfrutamos como chicos. Una noche inolvidable.

Como el salón es de por sí una belleza, no hizo falta un gran arreglo para que se viera espléndido
Elegimos los livings en lugar de las mesas tradicionales porque pensamos que le daba más informalidad al festejo
A puro baile! 


Toda la comida fue riquísima, pero la mesa dulce fue apoteótica
Juro que las fotos no le hacen justicia
Todo salió como Anto y yo lo imaginamos, todo resultó como lo habíamos planeado. Les muestro algunos de los detalles que preparamos:

Detalles para el baño de damas
Para cada necesidad, una solución
Idea de Anto, una cajita con amenities en el baño de damas, para cualquier percance que se presentara. Otra idea buenísima fue el botellón en el que cada invitado dejó un mensaje para el cumpleañero, pero olvidé sacarle foto :(((

Bolsitas para contener el kit antirresaca
Coloridos antifaces para dormir integraban el kit
Todo el mundo a trabajar! Santino armando las bolsitas
Ni el cumpleañero se salvó del trabajo
Los kits antirresaca y los souvenires a disposición de los invitados
El souvenir era comestible!!
Para los souvenires nos gustó la idea de que pueda consumirse. Si bien no queda "de recuerdo", los recuerdos también se guardan en sensaciones y algo rico deja una grata sensación en la memoria. Así que le pedimos a la abuela Alba (la mamá de mi esposo) que nos preparara una de sus tantas especialidades: peras en escabeche. Y las fraccionamos en frasquitos pequeños.

Los kits antirresaca fueron una idea divertida, de esas que se consiguen en las redes sociales, y los kits tenían antiácidos, analgésicos, té digestivo, café, caramelos refrescantes y máscaras para dormir. Creo que lo más laborioso de la fiesta fue la preparación de las bolsas y las máscaras en tanta cantidad.

El hito divertido de la noche fue la cabina de fotos, a la que todos entramos para hacer caras raras. Luego cada quien se llevó su tirita de fotos de recuerdo.

Mi marido y sus cuatro hijos
El cumpleañero conmigo y con Anto
Ayer terminábamos los últimos detalles post-fiesta y charlábamos sobre cómo nos cuestionamos a veces gastar dinero que podríamos usar en... no sé... terminar de pintar la casa en una fiesta, que no deja de ser un momento efímero. Y llegamos a la conclusión de que noches como las del sábado nos llenan tanto tanto tanto el corazón, que valen mucho más de lo que cuestan.

Como se imaginarán, no estuve muy abocada a las manualidades en el último tiempo, espero retomar el próximo fin de semana con todo!!! Pronto tendrán noticias mías nuevamente!!