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Los perdedores y los autodidactas siempre saben mucho más que los ganadores. Si quieres ganar, tienes que concentrarte en un solo objetivo, y más te vale no perder el tiempo en saber más: el placer de la erudición está reservado a los perdedores. Umberto Eco, 2015

lunes, 20 de julio de 2015

A mis amigos

Hoy se celebra el día del amigo. Digo «se celebra» porque festejar, comenzamos a festejar con anticipación, ayer, el sábado, y hoy continuamos. Seguimos celebrando la amistad, ese lazo que te une a otra persona, tan fuerte como un lazo de familia, pero sin que exista una coincidencia sanguínea. 

No elijo a mis amigos, al contrario, estoy convencida de haber sido elegida por ellos, no entiendo bien por qué. Soy una mujer solitaria, a la que no le gusta demasiado salir, me paso la vida preocupada por el futuro y el trabajo, no soy capaz de disfrutar casi nada. Excepto, claro, pasar el tiempo con mis amigos. Eso, y no sé que otra cualidad misteriosa, me ha hecho merecedora de unos amigos geniales.

Tengo amigos cerca y amigos lejos. Amigos nuevos y amigos viejos. Amigos jóvenes y amigos mayores. No son muchos, pero sí variados.

Está muy bueno tener amigos, sobre todo si, como en mi caso, no hay familia cerca para contener, acompañar, sostener. Ese papel tan pesado le toca a mis amigos. Como diría Serrat, mis amigos son «lo mejor de cada casa».


Me parecía que tanto aguante merecía un buen festejo y un pequeño obsequio. Me inspiré en Mary Carmen de Coso que te Coso y su célebre cesta, para regalarles golosinas a las chicas.









Colores variados, tan variados como son mis amigos. Espero contar con la aprobación de Mary Carmen, si es que ve estas fotos y le parece que me han salido unas cestas más o menos decentes. Huelga decir cuánto agradezco, Mary Carmen, que compartas lo que sabés, porque como verás, de esa manera yo aprendo.

Por último, no todo ha sido disfrute y felicidad el día de hoy. Traté (infructuosamente) de montar la canastita del SAL organizado por Isi, toda la tarde, cosí y descosí (más de una vez) y no pude armarla. Buscando qué podía estar haciendo mal he dejado al límite los márgenes de costura y he ajado las aplicaciones, que tan bonitas me habían quedado. Estoy desconsolada. A esta hora pienso que no debí meterme en una labor tan por encima de mis habilidades. Mañana espero ver la cuestión con algo de optimismo.


domingo, 12 de julio de 2015

Fantasía y Realidad

Se nota que ando de vacaciones, no? :) Dos días, dos entradas. Mucho para mí, no me quiero imaginar para ustedes...

Hace mucho que no «hablo» de libros. Y es que, sinceramente, no he leído tanto como en otros tiempos. La realidad le ha ganado a la fantasía. Lo de siempre, lo que a ustedes también les sucede: no hay tiempo para nada. Pero como de algunas páginas disfruté, acá una breve reseña.

Continuando con mi apasionamiento por la novela romántica histórica y mi TOC de pretender leer TODO lo que escribe un autor, seguí con la obra de Gloria Casañas y compré En alas de la seducción


Un libro entretenido, pero demasiado fantasioso para mi gusto. En mi opinión, bastante lejos de la vara que la misma autora había trazado con Yporá y La Maestra de la Laguna. La historia de amor entre una mujer blanca de alcurnia y un descendiente de los bravos indios tehuelche, que transcurre en paisajes que me resultan conocidos y por eso mi imaginación pudo ponerle una escenografía real a la historia. 

Decidí cambiar de género, porque tanta dulzura me estaba empalagando... Mi suegra me había recomendado a John Katzenbach, el autor de El psicoanalista, y sus novelas de suspenso. Compré Un final perfecto (tal vez debí comenzar con la novela que lo hizo famoso).


La trama es atrapante. Un asesino en serie selecciona a tres mujeres pelirrojas y les avisa que va a matarlas. No saben cuándo, ni cómo, ni dónde. La novela tiene momentos bastante asfixiantes creados por el acoso psicológico que el asesino ejerce en cada una de sus futuras víctimas. El final es inesperado, algo que me gusta cuando se trata de este tipo de libro.

No me pregunten por qué, volví a la novela romántica histórica y a Gloria Casañas. Esta vez compré La Canción del Mar, poco después de publicado.


En esta novela, Casañas recupera personajes de Yporá, ya crecidos, y la acción se desarrolla en la incipiente colonia veraniega que era Mar del Plata en la década de 1880. Los detalles de época me encantaron, pero la historia no me atrapó. Creo que tiene que ver con el hecho de que no me gustó la pareja romántica protagonista. Yo nunca hubiera «emparejado» a esos dos personajes, pero bueno, yo no soy escritora.

Finalmente, me desafié a leer el primer libro que J.K. Rowling escribió para adultos. Amé Harry Potter, esperé cada una de sus publicaciones, ví cada película innumerable cantidad de veces. Y me lancé a Una Vacante Imprevista con toda la esperanza de que no me defraudara.


Y no me defraudó. Me encantó. Pinta con una crudeza notable eso de «pueblo chico, infierno grande» que todos sabemos cierto desde que tenemos uso de razón. El libro comienza con la muerte súbita de un consejero parroquial destacado de un pueblito de Inglaterra y la trama desenrolla las miserias de toda una población, muchos de los cuales aspiran a conseguir esa vacante imprevista. 

Es cierto, no he leído mucho... Solía tener una lista de libros leídos al finalizar cada año. Hoy, tengo una lista, pero de espera. Hay por lo menos diez novelas esperando por mí en mi biblioteca. Ojalá no tengan que esperarme demasiado.

sábado, 11 de julio de 2015

Tarea Fina

Hace más de un mes que no publico nada y no se dan una idea la culpa que me da... Es que junio pasó como una exhalación, con pilas, montones de trabajo y de compromisos sociales (de mi hijo, no míos, pero hay que estar acompañando, llevando, trayendo, comprando regalitos de cumpleaños, todas esas cosas que hacemos las mamás). Y en los momentitos libres, preferí hacer a escribir, por eso este silencio que no fue ausencia.

Empecé y seguí varias cosas. Mi prioridad fue cumplir con los objetivos de la cestita japonesa que organizó Isi, ya les conté de ella acá. Terminé con la elaboración, ya sólo me falta armarla. 

Tercer objetivo

Cuarto objetivo

Cuarto objetivo + Asa de la canasta
Hace algunas noches, me puse a ensamblar la cestita pero tuve que descoser porque me quedó más chica de lo que debería y se perdían algunos de los detalles de los lados. Cuando pueda sentarme por dos horas o más a la máquina, volveré a intentarlo.

No podría expresar con las palabras adecuadas cuán agradecida estoy con Isi. Sin este SAL, sin sus instrucciones y sus comentarios, yo no habría podido aprender a hacer estas aplicaciones tan difíciles, ya que manejar piezas del tamaño de los zapatitos o los bracitos puede parecer sencillo pero realmente no lo es. No sé si ella verá alguna vez este post, pero no importa, lo importante es que el agradecimiento es genuino y de corazón: Gracias Isi!!!