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Los perdedores y los autodidactas siempre saben mucho más que los ganadores. Si quieres ganar, tienes que concentrarte en un solo objetivo, y más te vale no perder el tiempo en saber más: el placer de la erudición está reservado a los perdedores. Umberto Eco, 2015

domingo, 29 de septiembre de 2013

Dime en qué andas...

Desde que empecé con este blog, vengo contando lo que hice ya hace tiempo. Y excepto por el alfiletero de hace un par de semanas, no he contado en qué proyectos estoy trabajando. Pero estoy trabajando en algo, eh, es más, no es un sólo proyecto, pero hoy voy a mostrar mi proyecto principal, que es un cubrecamas para mi hijo.

El año pasado, si mal no recuerdo, Ediciones Bienvenidas sacó una serie de tres revistas dedicadas íntegramente al patchwork, escritas por Carolina Rizzi. Compré las revistas y, de esta forma, me volví a enganchar con las manualidades, que tenía un poco postergadas por el trabajo, el estudio y las obligaciones cotidianas. Más o menos en la misma época, mi amiga Liliana, que vive en Brasil (ya les hablé de ella en otra ocasión), me regaló cuatro fascículos de una colección que se publicó en 1998. Un día que mi hijo chusmeaba las revistas le dí a elegir un trabajo cualquiera para un nuevo alcolchado para su cama. Y eligió uno con molinetes que aparece en este número:


Durante meses elegí y compré las telas, ya que lleva una variedad grande de colores y diseños. Fui postergando comenzar el proyecto porque me parecía que iba a llevar mucho tiempo. Convengamos que yo puedo coser sólo los fines de semana, y a veces, como éste que está terminando, sólo los sábados. Pero, finalmente, me dí coraje y arranqué. Ayer terminé el sexto molinete. Les muestro cómo van quedando:


Éste fue el primero, me llevó el doble de tiempo que los que vinieron después, hasta que entendí bien cómo venía la mano.


El segundo fue rápido, lo que me llevó tiempo fue elegir las telas para realizarlo.


 En el tercer molinete, me equivoqué con la ubicación de las telas. No se aprecia suficientemente bien el molinete central y no se luce como debería la hermosa tela con lechucitas que le compré a Teresa Ve.


 Para el cuarto me apiolé e hice lucir la tela con ranitas que tanto le gustó a mi hijo y el molinete central resalta, orgulloso, con una tela bien oscura.


Acá no se aprecia muy bien el molinete, primero de los amarillos, pero se ve al futuro dueño del cubrecamas, eso justifica la foto, jajaja


 Ayer terminé este bloque. Creo que es el que más satisfecha me ha dejado hasta ahora. Me encantó el resultado.

No es lo único en lo que ando. Hace muy poquito, Gladys publicó algunos bloques en su blog De todo un poco con mis manos, e hizo que me picara el bichito de Dear Jane. Confieso que primero tuve que averiguar de qué se trataba porque me daba un poco de vergüenza preguntar. Pero todavía no me animo a encarar un proyecto de semejante magnitud. Lo dejo para cuando pase menos horas fuera de casa, si es que eso pasa alguna vez. Me propongo algo modestamente parecido, pero con mucha menos cantidad de bloques. Prometo mostrar en estos días el primer bloque terminado!!!


jueves, 26 de septiembre de 2013

Una tarde cualquiera

Las tardes de verano suelen ser muy felices para mi familia. Pileta o río, amigos, mates y planes de asado o pizza para la cena. Pero a veces, la tarde se pone fresca, o ventosa, o llueve, y hay que quedarse guardados en casita. Una de esas tardes de verano no apta para nuestros planes estivales, encontré en el fondo de una caja con retazos, un pedazo de toalla, de la que había usado hacía nueve años para preparar parte del ajuar de mi bebé. Con esos pedazos de tela intenté practicar un poquito las aplicaciones y los resultados son los que les muestro:

En azul

 En amarillo


Las dos juntitas. No tengo una fotito del detalle de las antenitas, pero están bordadas con cordoné de seda. Y al final, esa tarde cualquiera de verano, que no parecía de verano, me dejó estas toallitas auxiliares para adornar mi baño.

martes, 24 de septiembre de 2013

Qué lindo es regalar...!

También es lindo recibir regalos, pero bueno, regalar es lo más. Sobre todo si el/la agasajado/a, además, demuestra que el regalo le ha gustado. Eso es lo que me pasó hoy a mí, con mi amiga Vero, para quien hice un tapete, pensando en acompañar los cambios en su casa, luego de la ampliación que realizó.

Además del placer que me dio trabajar desde el comienzo pensando en sorprender a su dueña, aprendí un montón en el camino. Aprendí triángulos de medio cuadrado, aprendí a aplicar, aprendí a calcular las puntadas para que no se corten las puntas de los gansos. Y todo gracias a la profe Teresita Leal, que desde su aula virtual en www.aulaquilt.com, nos da la posibilidad a quienes vivimos lejos de aprender muchas de las técnicas de patchwork.

Y así quedó mi regalo para Vero (las manitos son de mi ayudante deluxe, que siempre está dispuesto a colaborar con su mamá):


El quilteado fue realizado a mano, con un hilo cordoné de seda dorado, excepto el centro, que está quilteado a punto festón con hilo perlé (el cordoné era demasiado rígido para el festón):


Las puntas de mis gansos, bastante bien eh:


Detalle del quilteado del lado del revés (el ayudante no sabe que está saliendo en la foto!):


Una fotito sacada más de cerca, porque estoy orgullosa de lo prolijo que quedó por detrás:


Y, finalmente, el regalito listo para ser entregado:


Hoy llevé el regalo a la oficina y se lo entregué a mi amiga. Y mi día comenzó de maravillas!

viernes, 20 de septiembre de 2013

Cuando no sabía qué era el jardín de la abuela...

Esto lo hice cuando no tenía ni idea que era una técnica particular. Simplemente lo ví en una revista y quise copiarlo.


Después de dos años y un poco más, me enteré que hay una forma correcta de trabajar con hexágonos, y que tiene un nombre muy particular. Pero yo ya había hecho esto y había quedado así:


Ahora que me informé y aprendí, voy a volver a intentarlo, en algún momento.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Una semana de poca costura

Esta semana no cosí. Estuve trabajando en Buenos Aires así que me tuve que olvidar de las telas y los hilos por unos días. La ciudad me recibió con un clima horrible. Apenas el avión comenzó a perder altura hacia Aeroparque, se sintió la lluvia arreciar contra las ventanillas. Y durante el aterrizaje, el viento nos hizo bailar un poquito. Pero finalmente tocamos tierra firme. El problema fue que, con semejante día, no había taxi, remisse ni bus disponible por bastante tiempo. Así que me senté a leer, esperando mi turno para tomar un coche que me llevara al centro. Me había llevado La virgen en tus ojos, de Florencia Etcheves, libro que compré en mis vacaciones de invierno, en Rosario.

La trama es atrapante y es un libro rápido de leer. El relato todo el tiempo te lleva a un caso policial muy conocido de hace unos años en el que, estimo, Etcheves se basó para escribir su novela. Por otra parte, me sorprendió que una periodista tan conocida por momentos no escriba tan bien, literariamente hablando. Pero dicen que ése es un problema de muchos, si no la mayoría, de los periodistas que mutan en escritores. En resumen, me ayudó a pasar algunas horas de soledad en Buenos Aires, aunque lo terminé la primera noche y a la noche siguiente, tuve que salir a buscar más recursos literarios para pasar mi estadía.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Soy un poco Penélope

Todos los sábados, después de mediodía, mis muchachos se van al club. A veces, como ayer, se van temprano porque hay partido, y están unas cuantas horas fuera de casa. Yo aprovecho para hacer todo eso que me gusta. Por unas horas, me convierto en una especie de Penélope, mientras los espero, coso, tejo o hago una torta. El resultado de mi espera de ayer es un alfiletero que acompañará un regalo que estoy preparando hace meses para una persona que adoro y que tiene muchas ganas de aprender patchwork. La idea, por supuesto, no es original, sino que ví estos pin cushion en el blog de AmandaJean, Crazy Mom Quilts. Les dejo el enlace: http://crazymomquilts.blogspot.com.ar/2013/05/pin-cushions.html. Ella misma, en otra entrada, proporciona un pequeño tutorial para el top del alfiletero.


Ah, cuando vuelven de su excursión deportiva, mis muchachos fotografían mis trabajos. Así que los créditos de las fotos les pertenecen a ellos.

El sorteo de Judith

Judith de Un raconet al món tuvo la idea de realizar un sorteo, para celebrar las 20.000 visitas a su blog. Me encantó la idea y la comparto. Yo ya estoy participando! Hay tiempo hasta el 13 de octubre. También tiene página de Facebook con el mismo nombre, donde podrán encontrar sus hermosos trabajos.

martes, 10 de septiembre de 2013

Y seguí insistiendo...

2008 me trajo muchas alegrías, pero también una inmensa pena cuando se fue mi amiga Sylvia, que entre sus muchas virtudes, pintaba maravillosamente y vivía organizando comiditas y salidas en las que nos divertíamos mucho. Mientras ella todavía la estaba peleando, fui algunas veces a verla, y a la salida de una de esas visitas, en el kiosco del hospital, encontré una revista Labores exclusivamente de patchwork! De esa revista copié estas agarraderas, que aún conservo. Lamentablemente, Sylvia nunca las vio colgadas, cerca del cuadrito que hizo para mí. Pero el recuerdo de su sonrisa me sigue acompañando.


domingo, 8 de septiembre de 2013

Esos encuentros inesperados...

El 21 de septiembre, hace dos años, entré a una panadería cerca de mi oficina como a las 11 de la mañana. Mientras esperaba ser atendida, un señor de unos 70 años, totalmente desconocido, se acercó a mí y me pasó el libro que estaba leyendo. Me marcó una página y me pidió que leyera un párrafo. Accedí, quería ser cordial, y el señor enseguida me dijo que me regalaba el libro, que yo tenía cara de ser una lectora empedernida. Así es como salí de la panadería con una docena de facturas y un libro nuevo, y la sorpresa de que un completo desconocido hubiera adivinado en mí la pasión por la lectura... 

Éste es el libro y el fragmento que me hizo leer, es el siguiente:
"A ella le gusta el amor. A mí no. A mí me gusta ella, incluido, claro está, su gusto por el amor. Yo no le doy amor. Le doy pasión envuelta en palabras, muchas palabras. Ella se engaña, cree que es amor y le gusta; ama al impostor que hay en mí. Yo no la amo y no me engaño con apariencias, no la amo a ella. Lo nuestro es algo muy corriente: dos que perseveran juntos por obra de un sentimiento equívoco y de otro equivocado. Somos felices"
Fue un encuentro casual, un detalle, una pavada, pero era el día del cumpleaños de mi padre, el hombre tendría más o menos su edad si viviera, me habló de lo mucho que le apasionaba la lectura, como a mí, como a mi padre, y me hizo leer un fragmento sobre el amor, un sentimiento sobre el que, en esos momentos, tenía mis severas dudas. Qué cosas locas pasan en una mañana cualquiera, no?

viernes, 6 de septiembre de 2013

Retroceder, nunca

A pesar de sentirme muy insatisfecha con los resultados del trabajo anterior, no se me cruzó ni por un minuto que aprender patchwork no fuera para mí. Con los obvios obstáculos de quien pasa semanas y semanas sin poder sentarse a trabajar, un día de 2008, lo intenté de nuevo, esta vez, con un almohadón para la habitación de mi hijo. He aquí el producto:

Este almohadón ha sobrevivido, lo que me lleva a pensar que no estuvo tan mal hecho... La tela de ositos es un sobrante del catre que hice para mi hijo cuando estaba embarazada (es una pena que lo haya prestado y no me lo hayan devuelto, ése ha sido mi mejor trabajo hasta hoy). El resto de las telas son batistas, lino y arciel, también sobrantes de otros trabajitos pequeños. Los gajos estampados son de fibrana, trabajarlos fue todo un padecimiento.

Aunque pasaron los años y la escenografía cambió, porque mi bebé creció y ya no tiene sus peluches en exhibición, aquí está el almohadón en su hábitat natural:


jueves, 5 de septiembre de 2013

Feliz cumpleaños, Freddie!

Hoy Freddie Mercuri cumpliría 67 años. Les comparto el video de Love of my Life, cantada por él en vivo en Wembley, en 1986. Hermosa versión "desenchufada", con la guitarra de Brian May como único acompañamiento. Hermosos momentos de mi adolescencia estuvieron musicalizados por Queen. Gracias, Freddie, y feliz cumpleaños!

miércoles, 4 de septiembre de 2013

De por qué no debo improvisar

Un tiempo después de hacer los almohadones que les mostré en una entrada anterior, encontré en casa de mi suegra una vieja revista Anna con una mantita de bebé hecha con aplicaciones. Yo no tenía ni idea de cómo se hacían y, en ese momento, tampoco encontré blogs o páginas de internet que lo explicaran (ojo, tal vez no supe buscar). Seguramente muchas de ustedes ya tenían los suyos. Y decidí improvisar. El resultado no fue bueno, y aunque este tapetito tampoco existe más, guardé una foto para recordar que he mejorado un poco.

Hoy miro el binding y me da cosa... Qué desprolijidad! Lo bueno es darme cuenta que algo, aunque sea un poquito, aprendí.

Eso sí, nadie me puede acusar de no animarme ;)

martes, 3 de septiembre de 2013

Mamá, ¿cuál es tu libro favorito?

Ésta es la pregunta que, hace unos pocos días, me hizo mi hijo a quemarropas. Y es que están desarrollando un nuevo proyecto escolar, que mezcla el inculcarles el amor por la lectura con la solidaridad, ya que juntarán libros para donar a una biblioteca popular. Y en el camino, leen y charlan sobre literatura. Y hacen preguntas. Me quedé pensando mucho, porque de verdad, no tengo un libro preferido sino miles de libros que he leído y volvería a leer una y mil veces. Mi marido, más pragmático (y menos lector), le dio un título de una novela de Jorge Amado que le gustó mucho. Yo, ni eso.

La pregunta quedó dando vueltas en mi cabeza y recordé muchísimos libros. Pero con especial ímpetu vino a mi recuerdo Cristina Bajo y el momento en que el señor del círculo de lectores me habló de ella por primera vez. Su saga de la familia Osorio acompañó muchas horas entretenidas de mi vida. El primer libro que compré de esa saga fue Como vivido cien veces. Me hizo descubrir todo un mundo alrededor de la novela histórica argentina, aunque pocas autoras, a mi criterio, pueden equipararse a la cordobesa Cristina Bajo.

"Ella lo ama -mal que te pese- porque él es uno de los pocos varones que conoce su verdadera naturaleza y la acepta tal cual es, aunque sus buenos sofocos se ha de llevar el gentleman. (...) no cree ni por un segundo, que ella sea indefensa o frágil. Es más, hasta le teme un poco cuando le da por lanzarse detrás de algo. Diré en favor de nuestra heroína que su índole es benévola, aunque no de las que presentan la otra mejilla"
 Cristina Bajo (2004). Como vivido cien veces

lunes, 2 de septiembre de 2013

Y así comenzó todo...

Siempre me gustaron las manualidades, aunque no soy de las que le hacen a todo y todo lo hacen bien. No tengo talento creador o, por lo menos, no lo tengo lo suficientemente trabajado. Necesito guiarme por un trabajo que haya visto antes, por una revista, por un patrón. 

Durante muchos años tejí con dos agujas y lo hice para ganarme la vida. De hecho, el tejido pagó una parte importante de mi carrera universitaria. Tal vez el hecho de que en esa época de mi vida tejer era un trabajo, no lo he vuelto a hacer. Años después aprendí a tejer crochet mirando las instrucciones que daba una revista y, en 2007, durante la visita que hicimos a nuestros amigos Liliana y Gustavo, que viven en Florianópolis, Brasil, conocí el patchwork. Fue amor a primera vista. Liliana había hecho trabajos muy hermosos, que decoraban su casa y me propuse averiguar todo lo que pudiera sobre este arte a mi regreso a Neuquén.

Mi primer trabajo fueron estos almohadones. Los destiné a las sillas del comedor de casa. Algún tiempo después de terminados aprendí que esa técnica específica se llamaba Log Cabin.

Me divertí tanto haciéndolos, que me propuse aprender un poco más. Pero como siempre en mi vida, tuvo que pasar bastante tiempo hasta que me puse con el próximo trabajo. El deber siempre está por encima del querer. Algo que en algún momento intentaré modificar. 

Volviendo a los almohadones, al intentar comprar telas 100% algodón me dí cuenta de lo difícil que era encontrarlas en mi ciudad. En esa oportunidad, conseguí batistas lisa y rayada. El cuadrillé y la liberty no eran 100% algodón, lo que me trajo algunos dolores de cabeza al unir las piezas. Las costuras pequeñas están hechas a mano, las restantes, a máquina y están quilteados a máquina, a milímetro y medio de la costura.

Estas fundas ya no existen, pero me quedan las fotos y el recuerdo de la diversión. Yo creo que volveré al Log Cabin, no sé si en breve, pero volveré...

domingo, 1 de septiembre de 2013

El Por Qué de este blog

Hace un par de meses, decidí dedicar un tiempo de mi vida a aquello que tanto me gusta, las manualidades, especialmente el patchwork, el frivolité, el crochet. Toda mi vida he trabajado muchas horas fuera de casa, y todavía lo hago, pero sentí la necesidad imperiosa de, aunque sea durante una pequeña fracción de mis días, hacer algo que tengo ganas de hacer: coser, tejer, leer, escuchar música...

Desde que tomé esa decisión, todas las noches, luego de la cena, me siento y recorro los blogs de muchas mujeres que hacen obras maravillosas, que comparten sus conocimientos, sus descubrimientos y su energía creadora. Seguramente no tengo los saberes de muchas de ustedes para compartir, pero intentaré mostrar algunas de las cositas que hago. Y vaya a saber que otras cuestiones más se me ocurran en el camino...